Hola y bienvenidos a mi PLog! (Patricio Land Blog)
Mi temprana adolescencia estuvo fuertemente marcada por el boom de las computadoras personales, la fuerza de esta nueva oleada tecnológica supo aportar una luz de esperanza y nuevas posibilidades de expresión para los jovenes de aquellas épocas.
Habiendo nacido en Argentina, lejano país que por aquel entonces transitaba uno de sus periodos políticos mas oscuros, la imposibilidad de mi familia de adquirir uno de estos equipos no detuvo mi curiosidad y pronto supe relacionarme con gente que tenía acceso a ordenadores como la TI 99/4A, el Sinclair Spectrum, la Commodore 64 y por supuesto mi favorita: el Amiga 500.
Con estas bestias aprendí los rudimentos de la programación y el diseño, por ello al terminar mis estudios secundarios no dudé por un instante continuar mi formación universitaria en el area de la informática.
Para mi desconcierto, todo esta revolución tencnológica no se había propagado aun al ámbito catedrático, donde antiguos mainframes y obsoletos equipos que trabajaban aun a base de tarjetas perforadas eran aun las reinas y reyes de los claustros universitarios. Por aquel entonces los planes de estudio eran tan arcaicos como estos equipos y tras unos tres años de estudios hube de abandonar la carrera porque pasaba más tiempo utilizando la potencia de los ordenadores personales de mis amigos que con los grandes equipos de la universidad, donde los profesores sonreían sarcásticamente cada vez que se mencionaba el término ´video gaming´.
Nadie podria concebir en aquel entonces una formación universitaria -o de índole alguna- dedicada al desarrollo de estos productos. La informática era una cosa ´más seria´ aparentemente.
En 1983 terminé mi primer juego, que aunque muy rudimentario supo dar la vuelta al mundo, quién sabe como desde Buenos Aires hasta alguna parte de Rusia, donde fue pirateado y distribuido ´clandestinamente´. Paradójicamente se lo terminé comprando a un piratón del barrio de Caballito sin saber que era mi propio programa. Toda una sorpresa y un orgullo he de decir, en una época donde los modems e internet aun eran conceptos de alguna famosa película de Hollywood como Juegos de Guerra o Tron.
Pero la vida quiso que con la aparición de los primeros PC abandone poco a poco la programación para dedicarme al diseño y la multimedia. Frutos que eventualmente me abrieron paso en el mercado laboral en el cual supe desempeñarme en casi todas las etapas de la publicación digilal, pasando de ser maquetador a editor responsable de 4 revistas mensuales dedicadas, entre otras cosas a la animación, la cultura pop y claro está los video juegos, temática sobre la cual firmé y publiqué más de 300 artículos, llevándome a cubrir importantes eventos en Europa y Latinoamérica durante más de dos décadas.
En 2002, otra crisis económica sacudió mi país de origen, y disponiendo de la doble ciudadanía Argentina – Suiza (por parte de la rama paterna), tomamos la difícil decisión junto a mi mujer y a mi pequeña hija de 4 años, de radicarnos en la ciudad de Ginebra. Los primeros tiempos aqui fueron sumamente duros. Sin embargo el tener que aprender un nuevo idioma, lidiar con el desarraigo y un a sociedad diametralmente diferente no supo desalentarnos, muy por el contrario fue otro desafío que obtuvo sus frutos.
Eventualmente pude retomar mi pasión por la creación de video juegos, en tanto que ´desarrollador indie´. Inviertiendo mis propios ahorros y durante mi tiempo libre luego del trabajo, cree una demo de una aventura gráfica sin ser conciente por aquel entonces de todas las puertas que me abriría.
Para llevar mis ideas un poco más allá, organicé una campaña de crowdfunding en Kickstarter durante junio del 2018, misma que finalizó exitosamente. Con lo recaudado pude incorporar un par de talentosos artistas al proyecto y lo más importante, obtener el coraje necesario para presentar este trabajo a la selección anual promovida por Pro Helvetia, el Consejo Suizo para las Artes Visuales.
Sin más armas que la propia experiencia y el aprendizaje a través del ensayo y error, intentando convertir frustraciones en oportunidades, me encuentro hoy pudiendo formalizar mis conocimientos de manera académica y obtener nuevas herramientas que me ayuden a seguir avanzando en este competitivo mercado.
Es así que tras una espera de varias décadas, finalmente encuentro en su institución una oportunidad de conseguir ese título que en su momento no supe obtener para poder decirme y decirle a mis 3 hijos -la mayor terminando en este mismo momento su propio master- que nunca es demasiado tarde para seguir la voz de la pasión!
Pato
